Vistas de página en total

domingo, 7 de abril de 2013

2 temp. capítulo 5

El profesor nos dijo que la clase había acabado, que nos cambiáramos. Me cambié bastante rápido y esperé a Lidia y a Mireia. Salimos del vestuario. 
- Tía, tienes que hablar con él- susurró Lidia
- Se esta colando por ti- añadió Mireia
- Que decís...¿De verdad lo creéis?- dije sonriendo.
- Pues claro, ¿estás ciega?- dijo Mireia
- Venga, cuando abra la puerta métete entre los chicos y nosotras nos quedamos apuntando el grupo.- dijo Lidia
- Vale- dije insegura.

Se oyeron los ruidos de unas llaves y la gente empezó a alborotar. Me acerqué a la muchedumbre. Miguel me vio y se acercó a mi. 
- Bueno, ¿te gusta tu grupo?
Me reí. Que adorable, como no me va a gustar si estas tu.
- Ha sido inesperado y por eso me encanta
- Te gusta lo inesperado
- Si, las sorpresas. - dije sonriendo. Un poco raro hablar de mi.
Sonrió, esa sonrisa tan irresistible. Quería besarle y besarle, era tan difícil mantenerme alejada. Me sentía identificada con esta canción, empecé a tararearla:

          

Miguel no decía nada. Yo tarareaba, es lo que suelo hacer, es algo entretenido.
- ¿Que cantas?- me preguntó. Me sorprendí, no sabía que me oiría.
- Pues, seguro que no conoces el grupo, son dos chicas.- dije
- Necesito más información sobre ellas- dijo con sarcasmo
Me reí
- Vale, se llaman Tegan y Sara
- No, no las conozco
- Un punto para Ana
- Bueno, bueno, pues dos para mi que he creado nuestro fantástico grupo de educación física. Voy ganando.
- Uff, pues va a ser difícil de superarte - me reí
Nos quedamos en silencio de nuevo, ya solo quedaba un largo pasillo hasta nuestra clase. 
- Bueno tal vez si bailas mejor que yo esta noche, me puedas empatar- me soltó. ¿Ha querido decir algo que no logro a entender? Bueno, quería verme bailar, algo es algo.
- Seguro que te empato
- ¿Tanta confianza tienes en que bailo mal?
- Tanta confianza tengo en que bailo bien
- Pues reservarme un baile y lo comprobaré - me dijo sonriendo. Casi me desmayo, me había pedido un baile, un baile, tres minutos pegado a él. Tan cerca... mil deseos se me pasaban por la cabeza. De rozar sus labios, su piel y su pelo.
Sonreí con él. Nos miramos durante unos segundos intensos, quedaba unos pasos para llegar. Quería hablar con él, más, tenía tantas cosas que contarle aunque no podía contárselas. Tenía ganas de llorar, me mordí el labio para evitarlo, le echaba tanto de menos. Tanto. 
- Claro - contesté rápidamente mientras sonreía de forma pícara. Entramos en clase, él se alejó de mi y yo de él. Ya le echaba de menos. "¿Cómo le puedes echar ya de menos Ana?" ¡Este amor es demasiado intenso! "Piensa en otra cosa Ana, anda". Es que es tan guapo. Tan guapo, con esos ojos de un color marrón caramelo y esa piel tan clara y esos hoyuelos. 

Recreo otra vez. ¡Un momento! Berta nos dijo que saliéramos para airearnos, entonces podré ver a Miguel afuera. Una enorme sonrisa se dibujo en mi cara. 
- Uhh, creo que alguien ha estado hablando con Miguel- rió Lidia
- Shhh- intentaba callarla. Pude ver como dos chicos cerca nuestro se giraban al oír el comentario. 
- Anda, marchémonos que la gente es muy curiosa- dijo Lidia. La seguimos. Nos estaba dirigiendo a la clase de Berta.
- Lidia no te acuerdas que Berta nos dijo que nos fuésemos al patio que ella estaría haciendo deberes- comenté tímidamente
- ¿Desde cuando quieres salir al patio?- dijo Mireia extrañada mientras se colocaba bien la camiseta.
- Un momento,- Lidia estaba pensando. Se paso los dedos por su pelo. En seguida lo relacionó.- con que quieres ver a tu amorcito.- dijo entre risas.
Yo puse cara de indignada y cruce los brazos.
- Estas obsesionada- soltó Mireia
No sabía si tomarlo mal o bien. Me parece la pura verdad. Ellas no saben lo que estoy sintiendo, esta gran impotencia que tengo es horrible. 
- Es cierto, así que podéis hacerme el favor de callaros la boca y salir fuera conmigo.- dije con un poco de enfado
Lidia pegó una carcajada y me agarró del brazo. Miramos a Mireia y ella dijo:
- Está bien
- Gracias
- Nada ¿Para que están las amigas?
Cruzamos la gran puerta azul oscuro. Ese color lo relacioné con el de una revista que leí el otro día, es el nuevo color de moda. "Vale Ana, creo que estás nerviosa porque relacionar una puerta con el color de moda, no es normal". Me encantan estas conversaciones que tengo conmigo misma. Soy  como dos personas, lo raro es que las dos personas soy yo, así que me contradigo constantemente. Es entretenido. Bajamos unas escaleras del patio, hacía un poco de frío, por eso no me gusta salir fuera. "Mentirosa, no te gusta por que eres una vaga" dijo mi voz interior. "Gracias" la contesté. 

En el patio hay seis bancos, tres en un lado y tres al otro.



Todos estaban ocupados. En uno estaba el grupo de mi hermano, pude ver como buscaba a Sofia y al ver que no estaba apartó la vista de nosotras. Sonreí, que mono. Entonces miré al último banco de la derecha, estaba allí. Estaba sentado, llevaba una camiseta de manga corta gris, unos vaqueros y unas zapatillas Adidas. Me miró. Me encantaría parar el tiempo y quedarme allí, de pie, mirándonos. "Que romántica eres". Sonreí. Nos estábamos alejando, ya no podía verle. Lidia expulsó aire muy fuerte y me cogió del brazo y me empujó con ella. Me estaba llevando al grupo de Miguel y ahora que hago. Que vergüenza. Cuando me soltó el brazo pude ver quienes eran. Estaba Gonzalo, Nacho, Jaime y un chico nuevo. ¿Quien era? Lo que me desconcertaba es que me sonaba su cara. Esos ojos verdes. Me estaba rompiendo la cabeza intentando averiguar quien era.
- Hola, Miguel ¿donde está tu casa?- preguntó Lidia
- Lidia que inoportuna -dijo Gonzalo

Lidia le miró con cara de indiferencia. Se notaba la tensión después de una ruptura. Salieron en verano, solo dos semanas, nada serio. Lidia nunca hablaba de él, supongo que por eso había hecho ese sonido de enfado. No quería ver a Gonzalo pero me quería ayudar. Que maja.
- Mi casa está en la calle Amapola, al lado hay un chino.
- ¿El qué está delante del Zara?
- Si - sonrió.
- Genial, gracias.- Lidia no se movió. 
Se nos tenía que ocurrir algo que decir para no irnos. Echamos un paso hacia atrás. Me estaba mirando. Todo estaba pasando muy lento, los siete nos mirábamos las caras. Fue un momento bastante gracioso, intente no reírme.
- Ehhh... ¡Oye Ana aún no te sigo en twitter! ¿Cómo es?
Pegué otra carcajada y sonreí, de cierta manera me había invitado a quedarme con él. No podía ser más mono. "¡TE QUIERO!" decía mi estúpida mente.



Cuando hablo contigo sonrío como una idiota.
Me senté al lado suyo en el banco. Me miraba fijamente.
- Pues es @Ana...Mellark
- No - me dijo a punto de reírse
- Si - dije avergonzada
Entonces se río.
- Con que te gusta Peeta Mellark
- La pregunta es ¿Cómo es que a ti no te gusta?
- Porque no soy gay
- Yo por él me haría gay
Se volvió a reír. Yo sonreí. Me encanta hacer reír a la gente y sobre todo si es de él de quien hablamos. Y solo una cosa pudo arruinar ese momento, la maldita campana. Todos nos levantamos y llegamos a clase. Solo quedaban dos horas que pasaron muy lento, pero por fin la campana volvió a sonar. Guarde mis cosas, cogí la mochila, subí la silla a la mesa (para que a las mujeres de la limpieza no les costase tanto limpiar). Llegamos las cinco chicas a la escalera delante de la puerta del colegio. 
- Tías entonces, ¿a qué hora quedamos?
- Mmm
- A las 3:00 - dijo Mireia
- Pero si son las 2:00 - dije
- Si no, no nos va a dar tiempo a comprar y maquillarnos y todo eso...-me contestó Mireia
- Ana, ¿podemos ir a tu casa? es que las nuestras están bastante lejos para ir, volver, y comer.- dijo Berta
- Bueno, yo vuelvo a casa que vivo más cerca y así solo alimentas a 3 bocas- dijo Lidia.
- Mis padres nunca vienen a comer pero es que no tengo comida, ¿os vale comer sandwiches? - pregunté agobiada
- Claro, a mi me encantan los que haces, son deliciosos - dijo Berta
Todas aceptaron y vinieron a casa. No esperamos a mi hermano porque tiene un calentamiento raro de una hora y después otro de dos horas por la tarde. No se como no se muere en ese campo de fútbol. 

Llegamos a casa. No había nada, como siempre. Ellas seguían hablando pero yo no las escuchaba. Dejamos las cosas en mi cuarto y me metí en el baño. Hice todo lo que las damas hacen en el baño y me lave las manos para "cocinar". Saqué todos los ingredientes posibles; pan de molde, jamón york, jamón serrano, queso, queso de untar philadelphia, nocilla, ensalada que sobró de alguna comida y mayonesa. También saqué cuatro vasos, una botella de agua fría, fanta de naranja y coca cola. Saqué picos que se pueden untar en el queso. 
- Nos está sirviendo un banquete y nosotras sin ayudarla- se quejó Mireia
- Bueno, ahora que vamos a comer y nos vamos a relajar, Ana me tienes que contar que ha pasado hoy con tu pichurri- dijo Berta
Yo suspiré. Me senté en una silla y me preparé mi sandwich. 
- Pues... - y las conté mi bonita historia de hoy en el banco.
- Esta colado por ti, le has hecho colarse por ti en un día, un record- dijo Berta
- No, que te inventas...- la contesté
- Yo no me río tanto como cuentas que el se ríe con tus chistes- confesó Berta
Sonreí.
- Tías, creo que se quien dices- dijo Mireia
- ¿Qué?- no entendíamos nada
- Pues que creo que se quien es. Has dicho "quien es ese que está sentado en el banco". Yo creo que es uno que vive cerca mío es moreno con ojos verdes.
- Si, es ese- contesté
- Lo sabía- rió Mireia.
- Salía en mi sueño, te siguió a casa una vez Mireia.- dije. Las estaba ocultando cosas, sabía donde vivía. ¡Tengo que ayudarla! A lo mejor no están en la misma situación.
- ¿Y que pasó después?
- Nada.
Se desilusionó. ¿Le gusta?
- Oye, ¿cómo se llama?- pregunté
- Mmm... creo que se llama Alex



- Te pega ese chico, Mireia. Es misterioso y mono.- dije
- Oh, Alex y Mireia besándose debajo de un árbol. Mua mua mua. - decía Berta pero Mireia la calló. 
Comimos nuestros sandwiches viendo Castle y nos preparamos para ir de compras. Así acaba el quinto capítulo de la segunda temporada de Despierta.

2 comentarios:

  1. ¡El chico! Cuando apareció por primera vez, me dejó muy intrigada, aunque como luego no se volvió a saber de él, lo dejé a un lado. Ahora ha vuelto y todavía estoy más intrigada :)
    Yo también creo que Miguel está comenzando a sentir algo por Ana, estoy impaciente por ver qué pasa en la fiesta ;)
    Un besito, me voy a por el siguiente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tambien se me habia olvidado de la existencia de Alex. Dios! Soy un desastre. Apuntado en mi lista de detalles importantes ^^. Ademas me ayuda para continuar la historia que me he atascado.
      Besos y graaaaaaaacias por comentar y leer mi historia ^^

      Eliminar